Entrevista de juego con un niño de 7 años

Entrevista de Juego Con Un Niño de 7 Años

Obtener información significativa de un niño que tiene alteraciones emocionales o conductuales plantea un desafío especial. Exige, al mismo tiempo, seguir las iniciativas del niño, tratar de establecer y mantener una relación significativa, y obtener información relacionada con la tendencia a distraerse vs capacidad de atención, concentración vs impulsividad, cooperación vs control, curiosidad vs inhibición, rigidez vs flexibilidad, participación vs aislamiento. Tener materiales adecuados para la edad del niño, con frecuencia, facilitan este proceso.

La entrevista con juego que aparece a continuación ilustra la gran dificultad que, incluso para un entrevistador experimentado, puede representar mantener una relación con un paciente difícil. En los comentarios, se resaltan en negritas 10 cualidades importantes que se deben observar en toda entrevista a un niño: nivel de actividad, periodos de atención y tendencia a la distracción, facilidad para la comunicación, coordinación, tolerancia a la frustración, impulsividad, gesticulaciones y otras
peculiaridades del movimiento físico, estado de ánimo, respuesta al establecimiento de límites y respuesta a los elogios.

Norman, de 7 años de edad, ha sido paciente en un programa de tratamiento diurno por más de dos años. Al principio, después del divorcio de sus padres, experimentó miedos irracionales de ser abandonado. El motivo de consulta actual se debe a que presenta tics, hiperactividad y agresión, que los medicamentos no han logrado controlar de manera adecuada. El diagnóstico de trabajo es trastorno por déficit de atención/hiperactividad comórbido con trastorno Gilles la Tourette.

Curioso y sumamente activo, Norman entra al cuarto de examen sin compañía (ninguno de sus padres lo acompaña, porque ha llegado directamente de su salón de clases correspondiente al tratamiento diurno). En el piso hay un cubo de juguetes, que de inmediato llaman su atención. Al principio, se lanza de un juguete a otro y explora el cuarto.

Entrevistador: Hola, Norman. Soy el Dr. S., ven y mira las cosas que tengo aquí.

El entrevistador, que se da cuenta de inmediato del alto nivel de actividad de Norman, empieza sonriendo e invitándolo a explorar y jugar con los materiales. Esto hace que el niño se sienta más cómodo.

Norman: ¿Qué es esto? ¿Ropas?
Entrevistador: Te mostraré. Esto es un títere.
Norman: ¿Qué?
Entrevistador: Mete tu mano.
Norman: Olfatea el títere. Huele raro. ¿Qué es esto? [Retira una muñeca del cubo de juguetes].
Entrevistador: ¿Ah, sí?
Norman: Sí.

Norman no toma el títere de la manera usual, sino que lo olfatea (¿una conducta extraña?) y de inmediato va por otro juguete. El entrevistador no puede mantener el interés del niño, así que pasa con Norman al siguiente objeto.

Entrevistador: ¿Qué parece?
Norman: Parece una Barbie.
Entrevistador: Excepto por que ha perdido un zapato.

[Norman deja caer la muñeca y sigue explorando nuevos juguetes. Hace una lluvia de preguntas acerca de cada una de las cosas que toma: “¿Qué es esto?” “¿Esto qué hace?” “¿Cómo se usa esto?” Sin embargo, en realidad no escucha las respuestas del examinador. Al final Norman toma de manera impulsiva una cámara, luego lanza el micrófono de videograbación y jala los cables. Ahora el entrevistador establece límites y pide a Norman no tocar el micrófono. Norman responde expresando su deseo de salirse de la sesión. Después de que el entrevistador lo insta “a jugar un poco más, porque quiero jugar contigo”, Norman regresa a la caja de juguetes, pero sigue interesado en el micrófono].

La impulsividad y los cortos periodos de atención de Norman son absolutamente evidentes en esta secuencia de eventos, junto con su necesidades del (y resistencia al) establecimiento de límites.

Norman: ¿Para qué es el micrófono?
Entrevistador: Para que las personas puedan oír lo que estamos diciendo cuando vean la película. ¿Tu maestro no hace una película contigo? No lo toques, por favor. No, tienes que dejarlo.
Norman: Sí.
Entrevistador: ¿Eso fue un video?
Norman: [Dirige su atención a la parte trasera de la cámara de juguete]. Desearía que hubiera película aquí. ¿Cómo abres esto?
Entrevistador: ¿Te gustan las cámaras?
Norman: Sí. ¿Cómo se abre?
Entrevistador: Aquí. [Abre la cámara por la parte de atrás].
Norman: Me gustan las cámaras. ¿Estás listo? [Chasquea el obturador y luego corre al micrófono montado en la pared, lo dobla hacia abajo y grita en él] ¿Estás listo?
Entrevistador: [Trata de distraer a Norman del micrófono]. La cámara no tiene película. ¿Te gusta dibujar? ¿Te gusta hacer dibujos?
Norman: ¿No tiene película? Bueno, busquemos un poco de película.
Entrevistador: Bueno, ahora no podemos hacerlo. Podríamos conseguir algo de película en otro momento. Por favor, deja el micrófono. Veamos qué hay aquí.
Norman: Podemos hablar en éste. ¿Estás listo? [Grita en el micrófono]. Voy a regresar a mi clase ahora.
Entrevistador: Bueno, yo sólo quería jugar contigo un ratito. Mira todas estas cosas. [Vierte el contenedor de juguetes en el piso].

La tendencia a la distracción de Norman se manifiesta en su atracción por el equipo de grabación. Se resiste a interactuar de manera directa con el entrevistador y en repetidas ocasiones amenaza con terminar la sesión y regresar a su salón de clase. El entrevistador sigue tratando de atraer al niño con los juguetes.

Entrevistador: Veamos, un doctor y una enfermera. ¿Qué más tenemos aquí?
Norman: ¿Por qué están tan enojados?
Entrevistador: ¿Están enojados?
Norman: Ajá. [Murmura algo].
Entrevistador: Bueno, regresaremos en unos minutos, ¿de acuerdo? Quiero jugar contigo un ratito.

Ya son varias veces en que Norman ha dejado en claro que quiere regresar a su clase. No es raro que un niño muestre resistencia al inicio de una entrevista; algunos se paralizan por la ansiedad, mientras que otros lloran y se niegan a soltar la mano de sus padres. A veces, es necesario cierta insistencia y considerable ingenuidad para mantener al niño en el cuarto el tiempo suficiente para que empiece a participar.

La pregunta de Norman acerca del enojo de los muñecos neutrales puede ser un indicador del afecto.  ¿Está molesto porque la cámara no tiene película? ¿Porque no puede tocar los cables del micrófono? ¿Porque no se puede salir del cuarto de juego para regresar a su salón de clase? Antes de que el entrevistador pueda responder estas preguntas, Norman cambia el tema a otra dirección más.

Norman: ¿Qué es esto?
Entrevistador: Ah, es una de esas cosas que usan los doctores. ¿Cómo le dices tú?
Norman: Aguja. ¿Por qué las personas tienen que recibir una inyección?
Entrevistador: Porque están enfermas. Norman, ¿a ti te han inyectado alguna vez?
Norman: ¿Estás listo? [Apaga la luz].
Entrevistador: No, deja prendida la luz. ¿Puedes prenderla otra vez? ¿Puedes prenderla otra vez, por favor?
Norman: No, no necesitamos luz.
Entrevistador: Sí, necesitamos la luz. [Con firmeza]. Por favor, ¡prende otra vez la luz! Gracias.

Las preguntas acerca de las intervenciones médicas no logran despertar el interés de Norman, quien las rehúye y empieza a prender y apagar la luz. A pesar del objetivo de permitir al niño comportarse con una relativamente amplia libertad como medida diagnóstica, con frecuencia sucede que se deben establecer límites con firmeza, incluso hasta el punto de contener físicamente a un niño que pega o daña los muebles o el equipo.

Entrevistador: [Se dirige a los muñecos]. Están enfermos. Tienes que ponerles una inyección. ¿De acuerdo? ¿Quieres hacerlo? ¿Quieres ser el doctor? Espero que no llore. No llores, niñito, porque estás enfermo. ¿Dónde se la pongo? ¿En el brazo?
Norman: Voy a tomar su foto.
Entrevistador: Ah, ¿vas a tomar una foto?
Norman: Sí. ¿Ves?
Entrevistador: ¡Toma otra! Mejor le quito la ropa.
Norman: ¿Está enfermo?
Entrevistador: Tengo que encontrarle el brazo. ¿Dónde...
Norman: ¿Cómo sabes que está enfermo?
Entrevistador: No lo sé. Hagamos una historia. ¿Qué tiene? [Para este momento, el entrevistador casi está por completo acostado en el piso tratando de hacer participar al niño].

El entrevistado otra vez sugiere “enfermedad” tratando de que Norman diga de qué enfermedad se trata para juzgar su capacidad de empatía. Sin embargo, observa que, al entrevistar a un niño impulsivo, es importante evitar una ubicación física que pueda limitar tu capacidad para evitar que el niño salga de pronto del cuarto.

Norman: No sé. [Toma un Transformer (véase capítulo 2) que manipula con distintas
identidades].
Entrevistador: ¿Norman, qué es eso?
Norman: ¿Qué es eso? No sé. ¿Qué es? ¿Cómo funciona?
Entrevistador: ¿Puedes hacer que cambie de forma?
Norman: Claro.
Entrevistador: Ah, eres bueno, Norman. ¿Sabes cómo funciona eso?
Norman: Sé cómo funciona.
Entrevistador: ¡Genial! ¿Puedes mostrarme?
[Norman lo hace, y sigue jugando con el Transformer].

Parte de los recursos de un entrevistador experimentado es permitir al niño que muestre lo que sabe hacer con algún instrumento del equipo; esto promueve la sensación de dominio y potencia el yo del niño. Esta técnica también funciona bien cuando el niño trae un objeto que ejemplifica un principio científico o un evento histórico que el entrevistador puede “enseñar.” Después de responder a los elogios , por primera vez Norman empieza a responder preguntas mientras cambia de forma una y otra vez al Transformer.

Entrevistador: Norman, ¿cómo te sientes hoy?
Norman: Mmm, bien.
Entrevistador: ¿Estás feliz?
Norman: Claro.
Entrevistador: Bien. ¿Te sientes triste?
Norman: Sí.
Entrevistador: ¿Te sientes triste hoy?
Norman: No me siento triste hoy. Me siento feliz, porque ...
Entrevistador: ¿Porque qué? ¿Porque estás aquí?

El entrevistador tiene la sospecha de que Norman puede no sentirse complacido de participar en la entrevista, así que trata de provocar una reacción negativa, pero se sorprende de obtener una reacción positiva.

Norman: Sí.
Entrevistador: ¿Querías venir aquí ayer?
Norman: Sí.
Entrevistador: ¡Sí! Oye, lo estás haciendo muy bien con ese Transformer [Después de una larga conversación acerca del Transformer, haciendo muchos elogios, el entrevistador intenta llamar la atención de Norman en otras figuras humanas más significativas –figuras de muñecas en la casita– pero otra vez es rechazado. En última instancia, unas tijeras y una hoja de papel cambian la situación].

Entrevistador: ¿Sabes cómo cortar con estas tijeras? Iba a hacer una figura.
Norman: Sí.
Entrevistador: ¿Sabes de Mario Bros?
Norman: ¿Eso es lo que estás haciendo? ¿Ese es Mario?
Entrevistador: Sí.
Norman: ¿Cuáles son sus piernas?
Entrevistador: ¿Cómo se llama su compañero? Ah, ¿recuerdas cómo se llama? ¿Su compañero? También lo haré. [Crea una figura en una hoja de papel doblada con las tijeras, y se la muestra a Norman. En los siguientes minutos, su juego se centra en varios personajes de Nintendo: Mario, Luigi y La Princesa].

Los profesionales de la salud mental infantil deben estar actualizados en los juegos populares, música y héroes para niños.

Entrevistador: ¿Qué piensas?
Norman: No sé. ¿Es feliz?
Entrevistador: Está un poco enojado.

El entrevistador intenta acercarse a los sentimientos de Norman.

Norman: ¿Por qué?
Entrevistador: No sé. Alguien no está haciendo lo que él quiere.
Norman: ¿Por qué?
Entrevistador: Y ellos no quieren jugar con él.
Norman: ¿No quieren jugar con él?
Entrevistador: Así es. Pero la princesa ahora quiere jugar con él. [Recorta la princesa de la hoja de papel, mientras Norman sigue jugando con el Transformer. Pero Norman ya está interesado en el tema del juego]. Ésta es una Princesa muy elegante.
Norman: ¿Ella está feliz?
Entrevistador: Sí, pero Mario y su hermano, Cuomo. Creo que Cuomo es el nombre de su hermano.
Norman: Creo que es Luigi.
Entrevistador: ¡Luigi! ¡Ése es su nombre, no Cuomo!
Norman: Sí, Luigi.
Entrevistador: Qué buena memoria tienes, Norman. Mario y Luigi no van a jugar con la Princesa. ¿En qué nivel está encerrada ella?
Norman: En el nivel del Dragón.
Entrevistador: Sí, en el nivel del Dragón. Y ...
Norman: ¿Por qué está encerrada en el nivel del Dragón?
Entrevistador: Ah, porque alguien malvado la raptó.

El entrevistador propone el tema del bien y el mal, del enojo y de la separación y la reunión. Por fin, Norman participa activamente en el guión. Conoce bien las figuras de Nintendo.

Norman: ¿Sí?
Entrevistador: Y la encerró.
Norman: Sí.
Entrevistador: Y Mario y Cuomo, ¿o cómo se llama?
Norman: Luigi.
Entrevistador: Mario y Luigi tienen que rescatarla. Pero hay muchos enemigos en el
camino. ¿Cierto?
Norman: Cierto.
Entrevistador: Creo que todas esas cosas tratan de bajar, dispararles y bombardearlos. ¿Puedes ayudarlos a sacar a la princesa?
Norman: Sí.
Entrevistador: ¿Y salvarla? Tú, recórtala. Yo no puedo.
Norman: Tú puedes hacerlo.
Entrevistador: No puedo. Recorté chueco. Hazlo tú. Sólo haz este lado.
Norman: Lo intentaré.
Entrevistador: Trata de salvarla. [Por fin, Norman toma las tijeras y empieza a recortar el papel]. Sí, recortas muy bien. ¡La princesa está muy bien! [Pone la Princesa recortada en la casita de muñecas. Norman gatea alrededor de la casita y se pone de pie. Cada uno toma un muñeco].

Por fin, el entrevistador logra que Norman participe en un juego no estructurado, de fantasía. Ahora, Norman propone un tema.

Norman: ¡Sí! Yo seré el niño.
Entrevistador: Tú eres el niño. ¿Y yo qué seré?
Norman: El maestro. ¡Hora de levantarse para ir a la escuela!
Entrevistador: ¿Cómo se llama el niño?
Norman: Johnny. ¡Pero hay algo volando en el cielo!
Entrevistador: ¿Qué es? ¿Qué es, Johnny? ¿Qué está volando?
Norman: Una nave espacial [Reintroduce el Transformer en el juego, observando desde las alturas].
Entrevistador: ¡Ah! ¿Es amigo?
Norman: Sí.
Entrevistador: Ah, qué bien. Entonces, puede venir a nuestra casa. [Empieza a hablar simulando la voz de la madre. Norman participa activamente en el juego con la casita de muñecas].
Norman: ¿Cómo se llama el hombre del espacio?
Entrevistador: Zorro.
Norman: Soy un lindo robot. [Habla con voz mecánica, de hombre del espacio].
Entrevistador: Gracias por venir a nuestra casa. ¿Trajiste algo del espacio exterior, Zorro?
Norman: Claro. Un auto de carreras.
Entrevistador: ¿Un auto de carreras?
Norman: Exacto.
Entrevistador: ¿Qué pasa, Zorro?
Norman: Algo me ocurrió.
Entrevistador: ¿Estás averiado?
Norman: ¿Averiado? Me estoy convirtiendo en una nave espacial.
Entrevistador: Ah.
Norman: Lo voy a convertir en una nave espacial. Tú puedes ayudarme.
Entrevistador: Lo intentaré. ¿Quieres que haga un cohete como ese?
Norman: ¿Puedes arreglarlo?
Entrevistador: Lo intentaré. Tú sabes, esto es muy difícil de hacer para mí. Tú eres bueno en eso, yo no sé exactamente cómo hacerlo. Esto va justo aquí, ¿verdad?

Aunque ahora Norman está metido en el juego, la manipulación mecánica del Transformer, de una manera inadecuada para su edad, domina su interés. Sus respuestas verbales, por lo general, se limitan a oraciones breves y sencillas; es claro que su capacidad para comunicarse está restringida. Vale la pena señalar que, por primera vez, ha pedido ayuda. Sin embargo, con el tiempo agotándose, el entrevistador intenta obtener información. Norman corresponde a este intento cooperando (aunque de manera limitada).

Entrevistador: ¿Recuerdas mi nombre?
Norman: Claro. Eres el Dr. S. [Vuelve a poner el Transformer en su forma de cohete].

Dos actividades simultáneas tienen lugar mientras el entrevistador intenta persuadir a Norman de que coopere en las pruebas de habilidades cognitivas y motrices.

Entrevistador: ¿Recuerdas al Dr. C.?
Norman: Claro, lo recuerdo. ¿Y tú? Tengo que irme ya. Me voy al espacio. Adiós.
Entrevistador: Ah, por favor, no te vayas. Regresa.
Norman: Regresaré; lo prometo. Después de la sopa.
Entrevistador: [Al muñeco] Johnny, Zorro se fue. Ahora es hora de ir a la escuela en el autobús escolar.
Norman: Tengo que volver ahora.
Entrevistador: Ah, voy a extrañarte ¿Vas a regresar al espacio exterior?
Norman: Ya estamos ahí.
Entrevistador: Ah, Johnny, vamos a extrañar mucho a Zorro. [Norman está volando la nave espacial por el cuarto, pero está jugando activamente con el entrevistador].

El tema de marcharse y reunirse sigue destacando. Norman ha tomado el elemento mencionado por el entrevistador de que el tiempo de la sesión está llegando a su fin.

Entrevistador: Regresaste. ¿Regresaste del espacio exterior?
Norman: Sip.
Entrevistador: ¡Hurra! ¡Zorro regresó!
Norman: ¿Puedo irme otra vez?
Entrevistador: ¿Irte a dónde?
Norman: A mi clase.
Entrevistador: Está bien. ¿Puedes hacer algo por mí? ¿Sabes cómo saltar? ¿Puedes saltar esto?
Norman: No.
Entrevistador: Inténtalo.
Norman: No. Sólo quiero irme. [Empieza a volar el Transformer de vuelta al espacio].
Entrevistador: Sólo inténtalo por mí. Te mostraré. [Hace a un lado los materiales, luego se sube al primer escalón de la escaladora y salta hacia abajo].

En ésta y en las siguientes pruebas, el desarrollo y la coordinación de Norman parece corresponder a un niño uno o dos años menor de su edad cronológica, 7 años.

Norman: Está bien.
Entrevistador: Ah, pero tú vas a hacerlo desde el último escalón. Vamos, amigo, eres un buen saltador. De acuerdo, espera un minuto. Haz esto. ¿ Puedes brincar en un solo pie, así?
Norman: Lo haré desde aquí arriba.
Entrevistador: No, sólo hazlo aquí abajo. Bien. Ahora con el otro pie.
Norman: Ah, no puedo hacerlo con el otro.
Entrevistador: ¿Ah, no puedes?
Norman: Si salto con ese pie [señalando el izquierdo], ¿puedo agarrarme de algo?
Entrevistador: Aquí, agárrate de mí. Está bien, ¿puedes atrapar la pelota? Ahí te va. Deja un momento el Transformer. Ahora aviéntamela a mí.
Norman: [No atrapa la pelota y la levanta].
Entrevistador: Bien. Inténtalo otra vez. La atrapaste. hazlo otra vez. Ahí va otra. Bien, sabes atrapar muy bien. Y también lanzar. Una vez más.
Norman: [Se le cae]. Ya terminamos.
Entrevistador: Está bien. Terminamos. ¿Sabes qué voy a hacer, Norman?
Norman: ¿Qué?
Entrevistador: Voy a buscar algo de película, voy a traer mi cámara y a dejarte tomar unas fotos. Pero tenemos que detenernos ahora.
Norman: Sí.
Entrevistador: ¿Está bien? Veamos qué está haciendo tu clase.
Norman: No, quiero quedarme aquí.
Entrevistador: Ahora, no. Tenemos que terminar.
Norman: No podemos terminar ahora, porque estamos jugando.
Entrevistador: Lo sé, pero tenemos que terminar ahora, porque ya no tenemos más tiempo, pero hiciste un buen trabajo.
Norman: No, no, no.
Entrevistador: Vamos.
Norman: Suéltame.
Entrevistador: Gracias por venir. [Sale, con Norman en su espalda].

En el espacio de una hora, el entrevistador ha logrado atrapar el interés de un Norman renuente hasta el punto de que ahora quiere quedarse y jugar. Todos los problemas que presenta Norman son evidentes en esta entrevista de juego: ansiedad, tendencia a la distracción, dificultad para interesarse en los juguetes o en el entrevistador, interrupción excesiva de la sesión y preocupación por los juguetes mecánicos, más que por las figuras de animales o humanos. No fue posible observar la tolerancia a la frustración de Norman, aunque la del entrevistador es excelente.

Fuente:
 La entrevista en niños y adolescentes del DSM-5 pp. 128-137
James Morrison - Kathryn Flegel





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